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Cuatro efectos de la pandemia sobre el cine independiente

Por Jaro Adrianzén


La contención de la pandemia del COVID-19 conllevó a la paralización de grabaciones y al cierre de salas de cine en todo el mundo. Ese frenazo, además, modificó los planes de docenas de festivales, afectando directamente una de las principales ventanas de exhibición de los realizadores independientes.


El programador de cine indio Deepti D’Cunha pone el ejemplo: una película exhibida en Cannes puede recuperar su presupuesto a través de las tarifas de proyección dentro del festival. En ese sentido, el especialista, que también trabaja con Locarno, agrega que los festivales la dan una exposición enorme a los y las cineastas, mediante giras y encuentros en varios países, fortaleciendo lazos para futuras producciones.

Sin embargo, la ‘nueva normalidad’ ha modificado el ejercicio de los festivales y trae otros cambios en la industria.


Festivales online

El formato online tiene sus pros y sus contras. Un artículo de Variety recoge el testimonio de varios cineastas al respecto. Entre las principales razones a favor están un alcance más plural de audiencia y la chance de exhibir antes del regreso a las salas, cuando estas estén saturadas por la cantidad de películas en cola. En contra figuran la pérdida de la experiencia en pantalla grande, la reducción de ingresos y la poca comunicación del cineasta con el público, entre otras razones ya mencionadas.

El streaming se empodera

En esa coyuntura, Netflix y otras plataformas de streaming pasarían a tener más protagonismo entre los realizadores. Un editorial de IndieWire incluso sugiere que puede ser el salvador del cine independiente. Lo que sabemos es que hace buen tiempo Netflix apuesta por adquirir títulos más arriesgados, incluyendo varios de Europa del este, como reseñamos aquí. Le juegan a favor su liderazgo en el rubro y un alcance global, en países donde difícilmente llegan determinadas películas.

Manual del ‘nuevo’ cine

Algunos países como Suecia y Dinamarca ya retomaron grabaciones, mientras que muchos otros se preparan para hacerlo. La regla estándar habla de uso de mascarillas y de gel desinfectante, además de personal mínimo y espacios bien ventilados. La incógnita todavía está en el distanciamiento social entre actores y actrices, lo que podría acarrear modificaciones de guion. Si bien la norma aplica para todas las grabaciones, el encarecimiento de la producción afectaría más al sector independiente.

Oportunidad de creación

El cineasta español Albert Serra señaló en un artículo que el aislamiento podría fortalecer la relación de los espectadores con el cine independiente. En medio de lo que llama un “hastío generalizado” por el contenido repetitivo durante la cuarentena, el público podría mirar con mayor interés a estas otras producciones, más desafiantes y complejas. En esa línea, la mirada de los y las cineastas sobre la cuarentena y la nueva realidad ha sido traducida, principalmente, a través de los cortometrajes. Y sin duda será una constante de las producciones venideras.

 


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