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F. J. Ossang: “Todo el cine es punk”

Actualizado: 18 may 2019

El director, actor, músico y poeta francés será el invitado de lujo de la X Edición del Festival de Cine Al Este (del 29 de mayo al 8 de junio), en la que dedicamos nuestra temática a la cultura punk.


F. J. Ossang.

Lima, 10 de abril de 2019.- Han pasado casi 40 años desde el estreno de “Le dérniere enigme” (1982), la primera producción de Francois-Jacques Ossang (Francia, 1956), y sin embargo su energía y rebeldía no solo se mantienen intactas hasta hoy en día, sino que continúan desafiando las posibilidades narrativas y de realización cinematográficas.


Ossang es el invitado de lujo de la X Edición del Festival de Cine Al Este (del 29 de mayo al 8 de junio), evento con el que celebramos diez años trayendo a Lima las mejores películas y a las más importantes personalidades de Europa Central y Oriental. Este año, como es lógico, dedicamos nuestra temática a la cultura punk en todos los ámbitos artísticos.


Músico, poeta y… cineasta


Con varios libros publicados (“la escritura es la base de todo: la literatura, la música y el cine”) y algunos discos editados (entre otros, con su propia banda: Messagero Killer Boy), Ossang viene a Lima para estrenar “9 Fingers”, su último largometraje, y para presentar una retrospectiva con toda su filmografía.


Creció en Francia criado por su abuelo, un médico rural cuyos recuerdos fueron marcados por su participación en la Primera Guerra Mundial. Es por eso que las principales influencias artísticas de F. J. Ossang apuntan a las corrientes que reinaron en Europa durante la primera mitad del siglo XX: dadaísmo, surrealismo, futurismo, etc., todos ellos con características “absolutamente protopunks”.

"(...en el punk), para mí, la música era solo un pretexto, lo importante era la performance (...)"

Su adolescencia estuvo marcada por el cine que ahora denominamos clásico y que se realizó entre las décadas de 1930 y 1950. De joven descubrió un abanico más amplio que iba del cine soviético, realizadores como Bresson, Pasolini y Dreyer, y películas comerciales como las de James Bond: “(entonces) pensaba que era necesario integrar la retórica de las películas de propaganda y las de acción. Si sabías conservar el atractivo de la propaganda, no necesitabas aprender más”.


"Dharma Guns" (Francia, 2010), de F. J. Ossang.

Punk: “el pragmatismo de la supervivencia”


El punk llegó a la vida de Ossang como la música de su generación. “Los Sex Pistols y el punk para mí eran la realización o cumplimiento del programa (dadaísta), era la tabula rasa del dadaísmo. En este movimiento, para mí, la música era solo un pretexto, lo importante era la performance”.


En la década de 1970 se dedicó a tocar rock and roll y creó la revista literaria CEE. Al inicio de los ochenta decidió estudiar cine en el Institut des hautes études cinématographiques (IDHEC). Su primer cortometraje, “La dernière énigme”, cuya banda sonora reunió a lo mejor de la escena punk europea, tomó como base el libro de Gianfranco Sanguinetti, “Del terrorismo e dello Stato”.


Luego vino un corto noir, “Zona inquinata” (Francia, 1983), uno experimental, “L’Affaire des Divisions Morituri” (1985), y el largo “Le Trésor des îles Chiennes” (1990, considerado por muchos como una obra maestra y la más importante de su carrera), producciones en las que aborda de alguna manera la tensión entre oriente y occidente durante la Guerra fría, pero desde una mirada que se centra en el ámbito artístico-cultural.


"9 Doigts" (Francia, 2017), de F. J. Ossang.

“9 Fingers”, estreno en Perú


Si bien ya contaba con una pequeña legión de seguidores, fue con “Docteur Chance” (Francia, 1997), una película con espíritu punk filmada en color y cuyo reparto incluye a Joe Strummer (vocalista de The Clash), Féodor Atkine, Stéphane Ferrara y Marisa Paredes, que se hizo conocido en la mayor parte del mundo. “(A) Joe Strummer le dije que íbamos a hacer un film punk de l’âge classique. Un mausoleo de los modernos. Después del rodaje nos pasamos noches enteras, de once de la noche a siete de la mañana, tomando café y hablando de literatura y de otros temas. Me apodó ‘el Loco’“.


Tras esta coproducción franco-chilena, regresó a la música por un tiempo, con su banda MKB, y no filmó sino hasta fines de la década del 2000, haciendo entonces “Silêncio” (2006) y “Dharma Guns” (2010).


Finalmente, estrena “9 Fingers” (“9 doigts”, Francia, 2017), que cuenta la historia de Magloire, un hombre que va por la vida sin equipaje y sin futuro hasta que conoce a un hombre moribundo de quien hereda una fortuna; posteriormente, es perseguido por una pandilla de la que se convierte no solo en su rehén, sino también en su cómplice.

“El cine es la filmación del presente. Las contingencias. Por eso es una de las actividades humanas realmente primitivas. Artesanal. Porque cada persona del equipo es fundamental.” (Ossang)

Sobre esta película, José Sarmiento Hinojosa en su artículo Curtocircuíto 2017 – F. J. Ossang: cine punk y la subversión del film noir afirma lo siguiente: “(En ella), la jornada de Ossang hacia los últimos círculos del infierno continúa. El capitán de la nave es el barquero del Hades en este Narrenschiff, prisión náutica que lleva a una banda de malditos, personajes baudelerianos, prisioneros de su propio nihilismo, ambiciones, obsesiones, habiendo realizado un golpe fallido y escapando a la tierra de nadie (Nowhereland), un lugar hecho de desechos, una isla móvil, cargando con ellos el precio de sus fallos, un malestar tóxico que permea a todo el barco: un terminal tóxico, penetrando las aguas del Pacífico, en medio de una enfermedad que los consume a todos, el descenso a la locura, el tormento negro, el castigo eterno. El olor a traición, la presencia fantasma del suicidio, la tentación de la carne encarnada en el cuerpo de Drella, se manifiestan en el Síndrome de Estocolmo de Magloire, fantasmas que lo empujan a unirse a la banda, convirtiéndose en verdugo y cómplice”.


El cine, “una droga psicoactiva muy fuerte”


Dice Ossang que “el cine es una droga psicoactiva muy fuerte”. Él siempre filma en celuloide y prefiere, como ya se ha mencionado, el blanco y negro pues “hace resaltar más los ojos de los actores y hace que todo sea más fácil cuando no tienes mucho presupuesto”.


“Para mí, las películas son ensayos. El cine, los granos de haluro de plata de una película, es la expresión del presente absoluto. Cuando escribes, puedes corregir. Cuando pintas o grabas un disco, también. Pero el cine es la filmación del presente y después hay solo el montaje. Las contingencias, si el cámara se pone enfermo, si surge una historia de amor entre los actores, hacen que cambie. Por eso es una de las actividades humanas realmente primitivas. Artesanal. Porque cada persona del equipo es fundamental. Es lo contrario a la poesía, donde escribes estando solo.”


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